Por Sin Reservas
Solemos decir «No hay o no tenemos suerte», y aquí cabe más que en otro ámbito, pues no soñamos jamás que este elemento no gobernaría, que su fin solo consistía en agregarle a su ego y curriculum «Expresidente de la República».
Como dijo el ciudadano ante su infeliz mandato de que nos vayamos fuera del país a protestar, que «este individuo (Abinader) no tiene capacidad para el cargo». Es lo que hemos visto y este ha demostrado, que no tiene absolutamente ni idea de que hacer desde el Palacio Nacional, por tanto no ocupa la llamada «Silla de alfileres» (Silla Presidencial).
Razones cada día este nos da para confirmar lo antes expuesto. Pues fue mucho lo que batimos el excremento de Danilo, Marchena y Peralta, con el desorbitante gasto de nuestro dinero para sus delincuentes bocingleros y los bandoleros diseñadores de falsas encuestas. Y este lo está haciendo tal cual como si estuvieran estos tres en el Palacio Nacional.
Como pueden escuchar en ese vídeo, la nueva banda de farsantes sin escrúpulos, no solo se están cogiendo el dinero para imitar a Peralta y sus malditas encuestas, sino que le están echado manos a los delincuentes que Danilo Medina, tenía de bocinas y están tan desesperados que están recogiendo otros que les repitan sus mentiras, pagados con nuestros impuestos.
Ante negativa del Congreso PRM somete a Joao Santana y Mónica Moura en la Fiscalía
Para continuar con el mismo librito por el cual sacamos al Cártel Medina-Montilla, estos groseros se destapan el 20 de abril pasado, con una licitación de 1,450,000.00 millones de pesos, para mantener el bocinaje hablando y escribiendo mentiras.
Hace tiempo saben que están muertos, por eso intentaron joder la Constitución de la República, acomodándola a las elecciones del próximo año y se lo impedimos.
Ahora están metiendo falsas encuestas y buscando agregar más belloneras, cogiendo el dinero de renglones tan necesarios como la salud y la seguridad. Los otros se los robaron y estos (que es lo mismo) cogiéndolo para combatir su triste realidad, por qué:
Nadie cree en ellos, mucho menos en Luis Abinader.
*